¿Qué es realmente el coaching?
Aunque muchas personas asocian el coaching con dar consejos o instrucciones, en realidad se trata de acompañar a alguien en su desarrollo. El origen de la palabra coach proviene de un carruaje: algo (o alguien) que ayuda a otra persona a llegar a su destino. Y esa sigue siendo su esencia.
En un contexto organizacional, el coaching no es imponer respuestas, sino ayudar a que otras personas las encuentren por sí mismas. Esto requiere preparación, escucha activa y, sobre todo, flexibilidad. Porque no hay un solo estilo de coaching correcto. Lo que hay son diferentes momentos, personas y necesidades.
Este modelo, inspirado en el deporte y la investigación de liderazgo, se basa en dos ejes:
De esta combinación surgen cuatro estilos de coaching. Lo ideal no es escoger uno solo, sino aprender a moverse entre ellos, según la persona y la situación.
1. Telling: Decir qué hacer
🔹 Mucha dirección, poca exploración (Alto push, bajo pull)
Este estilo es ideal para situaciones urgentes, tareas nuevas o procesos repetitivos. Se trata de compartir experiencia y dar instrucciones claras. Es directo y útil cuando hay poco margen para errores.
🧠 Cuándo usarlo: con personas recién integradas o en momentos de crisis.
⚠️ Cuidado: usado en exceso puede bloquear la creatividad o generar dependencia.
2. Hands-off: Supervisión mínima
🔹 Bajo en control, bajo en intervención (Bajo push, bajo pull)
Ideal cuando el equipo ya tiene experiencia. Confías en que saben lo que hacen, das espacio y solo intervienes si es necesario. Implica soltar el control sin abandonar del todo.
🧠 Asegúrate de mantener puntos de contacto regulares para dar seguimiento sin asfixiar.
3. Asking/Listening: Escuchar y hacer preguntas
🔹 Mucha curiosidad, poca instrucción (Alto pull, bajo push)
Aquí no das respuestas. Haces preguntas abiertas y escuchas con atención, ayudando a que la otra persona descubra su camino. Requiere empatía, paciencia y preparación.
🧠 Cuándo usarlo: con personas en desarrollo o en transición hacia nuevos roles.
💡 Tip: evita preguntas capciosas o que escondan tu opinión.
4. Collaborating: Construir juntos
🔹Alto en dirección y alto en escucha (Alto push, alto pull)
Este es el punto ideal: combinar guía con reflexión. Haces preguntas, escuchas, propones ideas y co-crean soluciones. Es flexible, humano y estratégico.
🧠 Úsalo cuando haya confianza, apertura y una necesidad clara de avanzar hacia un objetivo compartido.
💡 Entender el coaching es liderar mejor
Saber coachear no es solo una habilidad más: es una herramienta clave para desarrollar talento, fortalecer equipos y acompañar procesos de cambio.
Y lo más importante: no hay un único estilo que funcione siempre. Cada persona y cada situación requieren algo distinto. Por eso, conocer los diferentes enfoques —desde dar dirección hasta escuchar activamente o co-crear soluciones— puede marcar la diferencia entre liderar desde el control o desde la confianza.
En Neoma Bienestar te ayudamos a identificar tu estilo de coaching predominante y a expandir tu rango con intención.
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