Hermenéutica
La hermenéutica es esa parte de la filosofía que tiene que ver con regresar una y otra vez a los textos, experiencia, datos, a el hecho. Es esa iteración de varias veces para entenderle lo mismo. Es como ver una película cinco veces.
Existe un libro, llamado “El coraje de tener miedo”, en ese libro abordaban el tema del miedo pero en 8 dimensiones diferentes, el mismo tema.
Resulta que hermenéuticamente cuando tu vuelves varias veces a una experiencia o a un tema, resulta que no eres el mismo, el que vuelve a la experiencia no es el mismo. Lo que se convierte en la historia sin fin. Tengamos la paciencia de volver en varias ocasiones a lo mismo, porque resulta que lo mismo, ya no es lo mismo.
La otra cara de la Finitud
Aquí me gustaría recomendar a un autor llamado Marcelo Rittner, quien acaba de publicar un libro, en donde ya tiene algunos testimoniales asociados a COVID-19. Aprovechemos la ventana de oportunidad, porque creo que COVID nos puso muy sensibles frente a la muerte y las pérdidas. No se queden con la idea de que finitud solamente es muerte, “finito” tiene que ver con aquello que acaba, entonces hay muchas cosas que acaban e inician. Hay muchas cosas que terminan, un día termina, una relación termina, un trabajo termina, una mala noticia, una pandemia. Lo que estoy diciendo en el fondo es que todos son ciclos, todo termina e inicia, y esto deja en evidencia la transitoriedad de la vida. Finitud implica transitoriedad. Porque lo que acaba en este ciclo sin fin, da pie a lo que inicia, entonces nuestra capacidad para cerrar y abrir ciclos es parte de esta experiencia de la finitud.
Pregúntate… ¿cuántas cosas has acabado en el último mes? Hemos cambiado patrones de consumo, se nos han movido las prioridades, hemos despedido gente, hemos cambiado nuestra forma de pensar. En el tema de la tecnología, las empresas, hoy, cada vez nos repiten más que hicieron cosas en tres meses que no habían hecho en cinco años.
Fíjense en esta frase:
“Cuando se acaban las opciones, aparecen las posibilidades”
Cuando tienes claro, lo que sabes que no sabes, se te abre un mundo de imaginación y de fascinación en todo lo que no sabes.
Finitud entonces, nos invita a la transitoriedad, de este ciclo sin fin de cierres y aperturas. Y si me permiten ponerme un poquito poeta, transitoriedad, nos confirma que somos más agua, humo, flujo, vehículo, no somos ni tan materiales, ni tan definitivos, porque la vida pasa, la experiencia pasa, los conocimientos pasan, todo pasa. Pero si todo pasa, entonces lo que importa es fluir y trascender, entonces nos aparece una perspectiva de tiempo mucho más amplia.
Paradojas de la Finitud
El que está vivo no está muerto, y cuando está muerto ya no está vivo. Entonces nunca experimentamos nuestra propia muerte, experimentamos ir muriendo, no la muerte. Es complejo porque aprendemos por lo tanto con la muerte de los otros. Heidegger así lo decía, el ser para la muerte, implica que el acompañar a los vivos que van muriendo, refresco mi noción de muerte que jamás experimentaré, sino hasta que la viva, y cuando la viva no estaré.
Lo que les quiero decir es que siempre la muerte implica esta paradoja de referenciarnos a algo que no sé como lo voy a vivir y que lo vivo indirectamente a través de otros.
Y una segunda paradoja, nadie, ni estadísticamente, podría afirmar que la muerte es para el futuro lejano. Es tan presente la muerte como cualquier instante. Nadie sabe nunca, ni el momento, ni la forma, ni el instante, ni las condiciones, de la presencia de tu proceso de muerte. Uno nunca sabe el cuándo, por lo tanto el cuándo es siempre, y si el cuando es siempre, entonces siempre es hoy.
Tres regalos
La finitud nos da muchísimos regalos, la gratitud, por ejemplo, porque, yo creo que amanecer, haciendo consciencia de que pude no haber amanecido es motivo de agradecimiento. Amanecer ya es un regalo, es como un día más para hacer algo.
Simplicidad, nacemos sin consciencia, crecemos con consciencia, la experiencia nos genera apegos, y antes de morir es indispensable desapegarse de cosas, porque si la muerte es el acto radical de desapego, habría que llegar ligeros, simples, sencillos, al momento de morir.
La finitud te da perspectiva, el ojo desde el cuál ves las cosas. Y tu… ¿Desde dónde ves lo que ves? Qué tan grande es una montaña, un avión, o incluso un problema.
Hasta ahí ojalá les esté dejando esto, hubo regalos, paradojas y otra cara de la finitud. Sigamos haciendo comunidad, nos vemos en la próxima.