La asertividad es una habilidad que aparece siempre en ambientes laborales. Vamos a partir de la siguiente definición:
Asertividad: comunicación directa, honesta y apropiada.
En entradas anteriores mencionamos la importancia de los mandos medios ya que son el eslabón que comunica información entre la dirección y la operación. Pero, para que esto funcione, los mandos medios deben tener una comunicación asertiva.
La comunicación directa reduce la probabilidad de que el mensaje sea mal entendido y se cometan errores en la operación. Además, se evita que el receptor pierda tiempo tratando de descifrar el mensaje si es que no tiene la confianza de solicitar una aclaración con su líder.
El segundo rasgo de la comunicación asertiva es la honestidad. Una relación transparente fortalece el vínculo del equipo. La sinceridad genera confianza entre los miembros y autonomía. Esto crea un ambiente laboral seguro para que cada individuo tome decisiones acertadas.
Pero, la comunicación directa y honesta no funciona si no se ejecuta de manera apropiada. Esta habilidad es una de las más importantes de un líder. La educación organizacional (el ser propio, pertinente, etc.) logra que las estrategias sean comunicadas correctamente y que el mensaje llegue a los receptores. Para que un líder sea respetado por su equipo, debe tratar con respeto primero.
Estas tres habilidades forman parte de una comunicación asertiva, lo que lleva a una operación eficiente. Los mejores líderes saben decir el mensaje y escucharlo, y proyectan un equilibrio emocional a través del lenguaje verbal y corporal.