Quizá el dato más alarmante con respecto a la brecha de género laboral es el siguiente: el New York Times publicó un artículo basado en un reporte de Ernst & Young que revela que en empresas grandes de Estados Unidos hay más directores generales llamados David que mujeres en el mismo puesto. Y David ni siquiera es el nombre más común de los directores; ése sería John.
Los equipos dentro del departamento de Recursos Humanos están, generalmente, colmado de mujeres profesionistas. Pero, como nos menciona Paloma, en los puestos directivos sigue habiendo una brecha de oportunidades en favor de los hombres. Ésta ha sido la experiencia laboral de muchas mujeres, aunque hay como Paloma que han logrado romper el estigma con gran éxito.
Paloma González es la directora de Recursos Humanos en Green Paper, una de las empresas líderes del país en la industria del empaque, además de contar con un enfoque 100% sustentable. Actualmente, también es la presidente del foro ERIAC, espacio para el diálogo sobre productos, servicios e innovación en capital humano. En sus 25 años de experiencia laboral, Paloma no sólo ha visto una serie de transformaciones en empresas nacionales e internacionales en cuanto a oportunidades para la mujer, sino que ha estado en la vanguardia de políticas que exigen trato justo y oportunidades dignas.
Para ella nunca ha sido raro entrar a una junta de directores en una empresa y ser la única voz femenina.
¿Cuál ha sido el reto principal para una mujer en la oficina?
Hay que hacer una distinción entre la oficina y una planta, por ejemplo. En las oficinas hemos avanzado muchísimo. Hace 25 años había temas entre compañeros hombres en los que no incluían a las mujeres. Pero hay más paradigmas que romper en una planta.
Dentro de las prácticas que tratan de romper la brecha de género, Paloma ha llevado a cabo pruebas piloto en plantas para añadir mujeres a espacios dominados por hombres. Los jefes de planta se oponen argumentando que se requieren hombres por la fuerza física.
Pero, entonces, les hago ver que tienen empleados hombres muy delgados que no van con la descripción. Entonces, les digo que vamos a pensar mejor en las características físicas y no en el género. Hacemos una prueba piloto añadiendo un grupo de mujeres, y no solas en una planta.
¿El trato hacia las mujeres en la oficina es igual al de los hombres? ¿Crees que debería ser igual o distinto?
Yo soy de la idea que debe ser igual, pero antes que nada, debe haber buena comunicación en el equipo. Hay mujeres que no les gusta hablar con majaderías, pero también hay hombres que se sienten incómodos hablando con majaderías. Entonces, lo principal es tener una buena comunicación para marcar límites, decir cuando estás incómodo, etcétera.
¿Has notado cambios en el ambiente laboral hacia la mujer en años recientes?
Hemos avanzado muchísimo. Hace 25 años era muy reciente que en Monterrey se hubiera quitado una política en la que, si eras mujer y te ibas a casar, o te habías embarazado, tenías que firmar tu renuncia. A principios de los noventa, veías que las oficinistas con carrera laboral eran viudas, o no se casaron y tuvieron que dedicar su vida y alma a la empresa. Yo era de las poquísimas gerentes en FEMSA, y era la más joven. Y luego pasé a la corporación directiva: fui la primera directora en FEMSA. Y te puedo decir que utilicé mi posición para poner sobre la mesa los temas de equidad de género. Pero, al ser gerente, tenía a mi hija, mi carrera se puso en standby*, estuve bajo observación para ver si era capaz de lograrlo.*
¿En tu experiencia laboral, has visto mujeres en puestos directivos?
Siempre me ha tocado ser la única mujer en los grupos directivos. Pero en mandos medios diría que estamos al 50/50.
Si tienes hijos, ¿es difícil tener hijos y trabajar?
Sí, claro, es muy difícil. Es necesario contar con una red de apoyo que incluye a tu pareja, familiares y amistades. Pero también hemos visto que la red de apoyo la necesitan los hombres, porque ellos también entran en esa dinámica. A diferencia de antes, ya no es raro que un hombre tenga que salir de una junta porque tiene que recoger al hijo en la escuela, por ejemplo. Yo estoy convencida que si hubiera tenido un segundo hijo, no hubiera crecido profesionalmente como lo hice.
Eran otros tiempos. En 2016, Paloma fue reconocida por Working Mother México como “Working Mother of the Year”. Al respecto, dijo entonces:
FEMSA es un grupo que ha evolucionado y se ha transformado muy rápido, he contado con todo el apoyo de sus directivos para ponernos rápidamente a la vanguardia en todos los países en los que operamos. No ha sido fácil combinar mi trabajo con mi rol de mamá, pero mi esposo ha sido un gran apoyo, y la fortuna de tener una mamá joven que me ha ayudado siempre».
Por último, dado que tienes amplia experiencia en equipos multiculturales de alto desempeño, ¿nos puedes platicar un poco sobre tu enfoque, el liderazgo situacional?
Es un tipo de liderazgo que se adapta al estilo de las circunstancias de la empresa o proyecto, y que se adapta también a los estilos de cada colaborador. Cuando tienes un equipo con distintas nacionalidades, es necesario adaptarse como líder a cada persona porque hay diferencias culturales. Además, hay momentos en que una empresa o un proyecto requiere estar en un modo más agresivo para ejecutar ciertos proyectos, o en un modo más creativo cuando los va iniciando.
La ingeniera Paloma González, primera directora departamental en FEMSA; actual directora de Recursos Humanos en Greenpaper; presidente de la asociación de capital humano ERIAC (la tercera mujer en sus 56 años desde su fundación); madre y esposa, es un caso de éxito de un desarrollo profesional y personal de forma humana. Esperemos, con el tiempo, conocer más líderes así.