Comenzamos con una frase muy trillada pero que da sentido al tema, “lo único estable, constante o seguro, es el cambio”, si pensamos en términos científicos es que todo lo que es o que existe está en movimiento y todo lo que está en movimiento transita, se transforma y cambia. Por lo tanto, no es opción el cambio, el cambio es una realidad permanente en todos, en las células, en las personas, en las familias, en las compañías, en las organizaciones, en la sociedad, es algo permanente. Es algo que deberíamos de asumir como algo muy real, muy natural, en lugar de concebirlo como algo excepcional o como algo raro, sino que deberíamos de asumirlo como algo que es parte de nuestra naturaleza y así es todos los días.
Dicha la frase que “lo único estable es el cambio”, tenemos que estar preparados para eso. Hoy nos vamos a centrar en tres elementos de muchos para generar reflexión y dejar un poco de tarea. Cada uno de estos tres elementos tiene mucha profundidad y tiene mucho atrás, voy a tratar de ser sencillo y de ponerlo más o menos de forma práctica.
Si cambio es movimiento, mi movimiento tiene que ver con ir de un lugar “A” a un lugar “B”, entonces ir hacia este lugar “B” se convierte en el primer gran tema de los cambios. Y si fuera cierto la premisa que dijimos al principio de que el cambio no es opcional, de qué va a suceder queramos o no, entonces es muy importante trabajar por él “B”, ¿qué significa el “B”? Significa que antes de que inicies un cambio planeado, porque hay cambios no planeados, es importante que decretes, definas y puedas mas o menos estructurar el futuro deseado, lo que llamamos en grupo Neoma “la foto de éxito”, la foto de éxito es el decreto con detalles de a dónde quieres llegar. Este primer tema tiene muchísima profundidad, piensen en esta frase, “no decidir es decidir”, al no decidir qué quieres para el futuro estás decidiendo que alguien más decida por ti, esto parece un juego de palabras pero no es un juego de palabras, es real. A veces me da la impresión de que la vida, Dios, el cosmos, o algo, si nos entrevistara diría ¿tú qué quieres? ¿tú para dónde vas? En la medida de que encuentra a varios de nosotros despistados, desconcertados, la vida dice “yo elijo y yo te digo qué es lo que sigue y qué es lo que te va a pasar”. No decidir es decidir que algo más decida por mí.
La primera gran tarea en los procesos de cambio organizacional es que el equipo, la alta dirección, esté muy claro del futuro deseado, ese decreto con detalle el escenario “B” aspiracional al cual vamos con todo el nivel de detalle. Cuando tu defines con claridad hacia dónde quieres llegar y qué es lo que quieres obtener, aumentas la probabilidad de que suceda, en la medida en la que no esté decretada la foto de éxito, entonces parece que tenemos más bien un efecto como de planeación le llamo yo por prospección, planeación por prospectación significa que conforme voy avanzando voy descubriendo a dónde voy a ir llegando, está bien, eso es natural y es normal pero pienso que sería muchísimo mejor empezar por un decreto bien estudiado, bien analizado, en donde yo diga a esto quiero llegar y a partir de ahí regreso, planeación en ingeniería en reversa y decido qué cosas ir haciendo para llegar a eso.
Otra frase: “Lo que mucho deseas y lo que mucho temes lo atraes porque ahí está puesta tu atención”, entonces el poder de los decretos o de la declaración de la foto de éxito es poderoso, no es suficiente pero tiene su poder. Primer gran punto, si estás inmerso en un proceso de transformación, evolución o cambio en tu organización y tienes alguna duda empieza por preguntar y por dialogar a dónde vamos, de qué se trata, cuáles son los resultados esperados, qué beneficio va a haber para mí y para otros, si no te queda claro eso, eso se traduce en resistencia, en incertidumbre y en otra serie de cosas que no ayudan al proceso de cambio.
Segundo elemento, si vas a entrar en un proceso de cambio, atente a que vas a vivir incertidumbre, miedo, pobre dominio del nuevo estado de cosas, un poco de obscuridad, dudas y el problema es que un alto porcentaje de los procesos de cambio mueren ahí. Paréntesis, los míticos, las personas que llevaban una relación muy cercana con Dios o una vida muy espiritual de repente en este espiral de andarlos buscando, de estar buscando a Dios de una manera más asidua, más vemente, parecía que a veces Dios se hacía invisible y a eso le llamaron el cuarto oscuro, ese lugar en donde está la curva de la evolución de la conciencia que uno dice “se me hace que Dios no existe”, ese cuarto obscuro pasa en los procesos de cambio. De cómo van las cosas inicialmente a como van a estar las cosas, hay un punto en donde todo está peor. Dice una autora de California que trabaja con procesos de transformación que es tanto como estar en trapecios, yo estoy en el trapecio uno, como en un circo con buen nivel de dominio pero de repente voy al trapecio dos pero hay un punto vulnerable en donde no estoy seguro en el trapecio uno y no estoy agarrando firme en el trapecio dos, ahí estás en el vacío, ese es el cuarto oscuro.
Me regreso para profundizar y ojalá dejar algo práctico para ustedes, es inevitable que aunque esté muy bien decretado el futuro y la foto de éxito, vas a pasar por periodos de obscuridad, vulnerabilidad, duda, incertidumbre, un pobre desempeño, que las cosas están peor y un alto porcentaje de proyectos en las organizaciones ahí claudican, porque es duro, es difícil decir “creo que estábamos mejor antes, estamos peor que nunca”, el problema es que si claudican antes de darle permiso al proceso de transformación a que tome forma y a que pueda entrar en esta nueva etapa, entonces, nunca te vas a dar la oportunidad de saber qué hubiera pasado.
Resumiendo, el primer elemento tiene que ver con decreta, proyecta, define, detalla hacia dónde quieres llegar. Segundo elemento, atente y prepárate para esos cuartos oscuros, a estas curvas, a estos lugares de total vacío en donde lo que sigue simplemente es la claridad del rumbo que ya decretaste.
Tercer y último elemento, comunidad. Es muy importante que aprendamos, lo voy a decir un poquito raro, que aprendamos a desaprender, hemos aprendido a aprender pero no se nos enseñó a aprender a desaprender, les voy a dar un ejemplo mío, nado bastante regular porque aprendí bastante mal, entonces desaprender nadar mal para aprender a nadar bien, ha tenido que entrar el coach en una serie de sesiones tortuosas de desaprender, entonces, cómo le digo a mi cuerpo que no lo haga como más o menos me ha jalado para no ahogarme, para hacerlo mejor y más eficiente, contraintuitivo y difícil. Entonces esto es todo un tema, aprender a desaprender es un gran tema en donde hay que aprender a ser dóciles, a sentir dudas, a soltar cosas, a renunciar al control, a poner un poco la hoja en blanco, a movernos radicalmente de perspectiva, a abrirnos fundamentalmente a nuevas listas, porque si vemos lo mismo que hemos visto, pues encontraremos y crearemos lo mismo que hemos creado. Decía Einstein el ser humano es caprichoso porque quiere encontrar resultados diferentes haciendo más de lo mismo de siempre, ¿cómo sería esto?, para obtener algo que sea realmente diferente tendrías que hacer algo diferente, pero el puente que está en medio ahí es aprender a desaprender.
En resumen, toda organización por naturaleza y todo organismo está en proceso de cambio. Cambio es movimiento, el movimiento requiere tres ingredientes, 1) decretar a dónde vas, comunicar a dónde vas, contagiar a dónde vas y que sea claro el beneficio para todos de a dónde vamos; 2) Aprender a desaprender, cruzar ese puente y cruzar ese vacío en el que estamos agarrados de la nada y no pasa nada en esos momentos más que simplemente avanzar; 3)Los procesos de cambio nos van a meter a una experiencia permanente de desarrollar recursos de muchos tipos.
Alberto Pascal