Por Alberto Pascal, Grupo Neoma, 2020
Si tuviéramos que resumir todo esto que estamos pasando en pocas palabras, creo que podríamos decir que estamos en un momento de cambio, tensión y de inflexión histórica.
Cuando el presente es retador, el futuro indefinido y el pasado insuficiente, es justo cuando la historia llama a esos hombres y mujeres que tienen vocación, rol o tareas de líder a dar un paso adelante.
Recordemos que el término líder proviene de la palabra “lidiar”, de pelear, enfrentar y dar un paso adelante.
Es tiempo de asumir este rol histórico y responder a la altura de lo que vivimos. Esto es para ti: cabeza de un grupo, de un partido político, de una familia, de una organización, de un pueblo y de una generación.
Para nosotros, hay por lo menos cinco tareas esenciales en este escenario, a lo que denominaremos “La Estrella del Líder”. Son cinco acciones o aspectos que todo líder debe cuidar y cultivar.
1. ESPERANZA: en primera instancia me pregunto y les pregunto
¿Confías en que en es posible un mejor mañana, o te has asfixiado con la oscuridad? Si tú, que eres ejemplo y referencia de muchos no crees, ¿entonces quién lo hará y cómo? Son muchos los que en estos momentos añoran un “sí creo y un sí es posible”.
Trabajar con esa certeza existencial a pesar de lo que ves y de lo que pasa, de la evolución, la eternidad y las posibilidades, significa que sí hay esperanza. Si a pesar de todo y más crees, entonces hay una posibilidad.
El ver la mirada de un niño con esa inocencia en sus ojos, en su creer no solo en ti, sino en que el mundo es un buen lugar para vivir; a nosotros no nos queda más opción que hacer lo que nos toca, para creer y construir.
A pesar de los pesares, cultiva tu esperanza esencial. Más allá de las noticias, de esa parte oscura de la realidad, más allá de las estadísticas, de las probabilidades, de las megatendencias.
En fin, quizás nos toca como hicieron muchos de nuestros ancestros que, a pesar de la oscuridad, avanzaron y dieron un paso adelante. Y tú ¿Qué tanta esperanza esencial tienes para dar este paso?
2. ESTABILIDAD PERSONAL: todo, todo, pero todo lo que hagas hacia fuera y por los demás, parte de un centro personal fuerte, inspirado, sano, entusiasta y bien trabajado desde adentro y de fondo. No te esmeres en cuidar lo que le dices a la gente, de cómo tratas al otro, lo que gestionas en el mundo, sin haber hecho la tarea de estar sano, congruente, energizado y entusiasta de caminar por este momento.
Cuida tus miedos, cuida tus intenciones y cuida tu centro de congruencia; la fuerza de una presencia, contagia y transforma.
Genera más seguidores aquel que es apasionado, congruente y arrojado, que el mejor discurso nunca antes escuchado. Lejos de parecer egoísta, es de vital importancia cargar pilas, poner en centro mi fuerza y estar dispuesto a pagar un precio.
La omisión inicia por nosotros mismos, urgidos por hacer algo en el mundo. Todo empieza desde dentro y de fondo, es por esto que es de vital importancia analiza, ¿Qué tan bien estás contigo mismo para poder contagiar al mundo?
3. EMPATÍA: no hay líder sin gente, no hay líder sin causa; es tiempo de estar cerca, con y para la gente. Pareciera que esta contingencia nos generó el voltear a ver al otro, más lejos que nunca por la distancia, pero más cerca que nunca por la compasión masiva a la que esta realidad nos acercó.
Todos sufriendo por lo mismo y cada quien a su forma. El líder debe estar cerca de su gente, escucharla, conocer su realidad y generar esa confianza básica para desarrollar un vínculo fuerte que nos mantiene andando.
Genuinamente interesado en cuidar no solo su forma de vivir, su forma de contribuir, sino hasta su realidad más profunda, como sus miedos, experiencias y aprendizajes en medio de todo esto.
No solo está atento de lo que hace, sino de cómo se está sintiendo y cómo lo está viviendo. Compasión, escucha activa, vínculo de confianza y cercanía, hay tantas cosas que cuidar. Y tú ¿qué tan cerca estás de tu gente para crear esos lazos fuertes que contagian?
4. ENLACE: si algo ayuda en estos momentos es comunicar, comunicar y comunicar.
Comunicar es esa luz en la oscuridad del camino, es abrir canales de intercambio que aclaren, resuelvan dudas, desfoguen tensiones, despejan rumores y validen rumbos.
No hay nada más nocivo que una sospecha en secreto a voces nunca aclarada. Cuestiónate tus canales y mecanismos para tener a tu gente informada y en conversación constante. No todo lo sabremos, no todo lo tendremos claro, pero es mejor decir que no sé, qué no hablar de ello.
Comunica y deja que la gente se comunique. Revisa tus mecanismos, herramientas, medios para mantenerte enlazado a la gente y recuerda, la falta de comunicación no existe, todo comunica.
Así que mejor hazlo por diseño y por sistema. Y tú ¿realmente estás comunicando a la gente lo que ayuda en estos momentos?
5. ELECCIÓN: elegir significa decidir.
Una de las competencias del líder es la de tomar decisiones. Este es el momento para elegir lo mejor dentro de lo que hay, para asumir riesgos y para no pecar de emisivos. Es tiempo de discernir con sabiduría, conocimiento e intuición, lo que nuestra conciencia nos dicta como lo mejor.
No detenernos a ver solamente, no dejemos que el mañana sea un accidente, sino una elección por lo que hacemos, decimos e inspiramos.
Es tiempo de decidir, elegir y asumir. Hay momentos en que la soledad y la responsabilidad pueden paralizar la historia, pero ahí, es cuando el líder debe dar un paso adelante. Y tú ¿estás asumiendo tu rol como protagonista o como observador?
Sin duda el rol del líder es mucho más que estos cinco elementos, pero creo que estas son las claves a tomar en cuenta en los momentos por los que estamos pasando.
Recuerda que ser líder implica ese emprendimiento que pocos y solo algunos cuantos han tomado en nuestra historia.
¿Estás tú o ustedes dando ese paso para adelante?