Han transcurrido dos años desde que el trabajo remoto modificó nuestra rutina y las relaciones interpersonales, aun para quienes ya regresaron a la oficina. Lo cierto es que hemos aprendido bastante porque nos vimos forzados a poner a prueba nuestra jerarquía de prioridades.
Vamos a hablar de tres cosas positivas que hemos aprendido desde trabajar en casa.
Intencionalidad
En el entorno de la oficina nos fuimos acostumbrando a mantener rituales sin darles necesariamente un valor funcional. Por ejemplo, las pausas para beber café con los colegas o el transporte diario fueron perdiendo importancia debido a la costumbre.
Ahora fuimos creando nuestros propios rituales sin tener que integrarnos a los ya establecidos en el ambiente laboral. Y lo positivo de este cambio es que le podemos colocar una intención a los nuevos rituales para ser más eficientes o esclarecer la mente mejor. Lo importante aquí es identificarlos y sacarles provecho.
Habilidad para la escritura
Dado que en el formato presencial la escritura pasa a segundo plano (pensemos en correos, reportes, mensajes directos, etc.) nuestra habilidad para comunicar un mensaje claro desde un inicio se fue estancando, porque existía la posibilidad de explicar las dudas en persona. Pero hay ventajas que posee la escritura. Cuando transmitimos un mensaje escrito ordenamos primero las ideas y la sintaxis. Esto, claro, puede darse de manera casi instantánea, pero está la posibilidad de corregir y revisar.
Ahora es crucial ser claros y asertivos y resueltos porque no hay segundas oportunidades para esclarecer dudas. Esta habilidad la hemos retomado.
Confianza en el equipo
Existía la idea que un equipo funcionaba mejor siempre y cuando su líder estuviera revisando avances constantemente, pero hemos aprendido lo contrario. Que cada miembro del equipo trabaje libremente en su espacio otorga comida y confianza, además de eficiencia.
Ahora, el líder debe mostrarles la confianza necesaria para cumplir sus objetivos por sí mismos, cosa que beneficia al equipo completo, siempre y cuando el líder sepa manejarlo.
¿Qué más has aprendido?