Estamos iniciando un nuevo año y una de las metas de las que hemos hablado en estas primeras semanas es el cuidado de nuestro bienestar. Hace unos días, platicamos con Vianey Gutierrez para conocer sobre el camino que ha recorrido dentro del mundo de la meditación que la llevó al mindfulness, definido como un estado mental para estar presentes en el aquí y ahora.
Te contamos cómo Vianey encontró esta herramienta para cuidar de su bienestar.
Cuéntanos un poco sobre ti y cómo llegaste al mundo de la meditación y el mindfulness
Estudié comunicación con especialidad en mercadotecnia. Yo apuntaba totalmente al mundo creativo y tenía inquietudes muy distintas a lo que hago hoy. En ese momento de mi vida, cuando me estaba formando como profesional y replanteando muchas cosas sobre qué es lo que quería hacer y lograr, enfrenté una situación difícil ya que recibí un diagnóstico de ansiedad y ataques de pánico. Esto fue a nivel personal, pero me di cuenta que impactaba mucho en todo lo que estaba haciendo en mi vida.
Me gusta compartir sobre este diagnóstico ya que fue lo que me orilló a buscar diferentes herramientas, entre ellas la terapia y otras opciones para poder mejorar, trabajar mi ansiedad e integrarla a mi vida. En este proceso me encontré con el mindfulness. Si no hubiera sido por ese reto personal tal vez no hubiera encontrado el interés en esta herramienta para navegar esa situación.
En ese momento tenía muy poco conocimiento sobre la meditación y el mindfulness, sentía que mi perfil no encajaba. Al principio tuve un poco de rechazo. Sin embargo, aquí intervino un factor muy importante que es la curiosidad, que siempre ha sido una característica muy fuerte en mí y que me llevó a preguntarme ¿qué es esto? Descubrí que el mindfulness es un estado mental, una filosofía que es muy profunda y comencé a integrarlo en mi vida personal para después integrarlo en mi vida profesional. Sentí que estaba teniendo un impacto positivo en mi vida y tomé certificaciones para aprenderlo y compartirlo.
¿Cómo lo incorporas en tu día a día?
Al principio fue difícil porque tuve un rechazo considerable hacia la meditación. Me llamó muchísimo la atención entender qué era el mindfulness y cuando comencé a entender que era un estado mental de atención y consciencia plena quise seguir aprendiendo.
En mindfulness hay una lista de actitudes que te ayudan a integrarlo. Por ejemplo: la compasión, la paciencia, la mente de principiante y algunos otros conceptos como la aceptación. Con esto entendí que la meditación es un camino para llegar a este estado mental. Hay muchos caminos, pero yo considero que el más directo para llegar al mindfulness es la meditación. Así empecé a cambiar el chip y ver a la meditación como un ejercicio, no como un “relax”. La meditación requiere de mucha constancia y voluntad de querer estar aquí y ahora, conmigo, con mis pensamientos y mi respiración. Empecé con 3 minutos al día y después fui subiendo de poco en poco, pero me comprometí a hacerlo diario e integrarlo en mis actividades como caminar, comer, manejar, etc.
¿Qué impacto ha tenido en ti, en tu vida?
Definitivamente hizo un clic conmigo. Conecté mucho con el mindfulness y con la meditación. No negaré que fue muy difícil al principio aunque sólo hacía 3 minutos al día. Al comenzar con la meditación pensamos en cómo nos sentimos, por qué no te logras concentrar, por qué no está saliendo como esperabas, etc. Ahí llega el juicio, que es algo muy humano. Pero el mindfulness tiene como principio el “no juicio” ya que es un estado mental en donde observo mis pensamientos, cómo me siento aquí y ahora sin juicio y con total aceptación. Empecé a darme cuenta que cada vez que lo hacía me iba sintiendo un poco más aliviada.
La aceptación, el no juicio y la compasión me cambiaron la vida. Comencé a practicarlos conmigo y a integrarlos en mi vida. Al equivocarme con algo, en lugar de reaccionar con dureza conmigo misma, comencé a hablarme con más compasión: “no pasa nada, me equivoqué, puedo aprender de esto y todo va a estar bien”. Una forma muy sencilla de verlo es: la forma en la que les hablamos a nuestros amigos, es como debemos de hablarnos a nosotros mismos, con no juicio, con compasión y con aceptación.
La aceptación fue la parte más difícil. Es fácil aceptar las cosas bonitas, los buenos momentos pero ¿cómo aceptar lo difícil, lo doloroso y las pérdidas? Junto con el no juicio y con la compasión comencé a ver a la aceptación como parte fundamental para atravesar las situaciones difíciles de mi vida. Fue importante entender que el aquí y ahora cambia constantemente. Acepto cómo me siento, sin prisas, esperando a que pase. Esto me ayudó a notar a nivel personal un cambio verdadero.
“Mindfulness te da un espacio para accionar – no juzgar de manera inmediata, hacernos conscientes de lo que está pasando y desde la consciencia responder, no a reaccionar en piloto automático bajo el enojo, el estrés o cualquier otro estado de ánimo o sentimiento”.
“Al final del día la vida pasa, las cosas difíciles no las podemos evitar, lo que nos hace atravesarlas de la mejor manera es la auto-compasión y la aceptación.”
Aparte de la meditación y el mindfulness, ¿cómo cuidas de ti? ¿Cómo procuras tu bienestar?
A mi me gusta verlo así: armar nuestra propia cajita de herramientas que suman a nuestro bienestar. Todos somos diferentes entonces, hay cosas que a algunas personas les funcionan y a otras no. Esa cajita de herramientas es muy personal, porque nuestras necesidades son diferentes.
En mi caso la meditación se quedó sí o sí en mi cajita. Al ver ese cambio en la manera que funcionaba a nivel consciencia en mi vida, esta práctica se quedó sin duda en mi cajita. Otra cosa muy importante es la terapia, el lugar más seguro para el ejercicio más importante del bienestar: el autoconocimiento. En mi cajita está también el espacio para conocerme, saber realmente qué me gusta, en dónde me siento feliz, cuáles son mis anhelos, etc.
En resumen, mi cajita la definiría con: terapia que me lleva a ese autoconocimiento tan necesario, meditación que me ayuda a integrar las actitudes que han sido fundamentales para mí (la compasión, la aceptación y el no juicio), actividad física como la caminata, y sin duda, permitirme hacer todo lo que me entusiasma, lo que me hace feliz.
“El autoconocimiento es el punto de partida. Al conocerte sabrás qué es lo que necesitas integrar tu -cajita de herramientas- para el bienestar”
Si pudieras darle unos breves tips a las personas para iniciar por este camino de la meditación, ¿cuáles serían?
El primero sería la aceptación. Aceptar que la meditación al inicio no es inmediatamente placentera pero es necesaria, es importante llevar tu atención y tu consciencia a este gimnasio mental. La meditación ayuda a ejercitar el control de mi atención.
El segundo es la compasión. Date la oportunidad de cultivar la compasión en cada meditación: no me juzgo, me acompaño.
El tercero sería integrarlo en tu día a día, así como una rutina para tu bienestar. No lo veas como algo de moda o pasajero, realmente date el espacio de hacerlo aunque sea 1 minuto al día. Con ese pequeño momento, sentirás una diferencia y eso te hará querer más.